Historia de un Angelito

Estaba un día Dios en el cielo en su labor de mandar niños al mundo y escoger la mejor familia que puede tener cada uno de ellos en la Tierra. De pronto vio y notó un angelito muy especial. Era muy fuerte, tenía un caracter y una personalidad que destacaba de todos los demás.

Entonces decidió hacer algo y le dijo: "A ti te enviaré a la Tierra, pero antes te quitaré las alas y bajarás con la espalda dañada, pero pondré agua bendita en tu cabecita para que siempre recuerdes que estoy contigo. A tus papás le diran que tiene "mielomeningocele", pero no te preocupes porque significa miel que vino del cielo". Los hombres de verán dey te examinaraán de mil maneras. Te dirán todo lo que no podrás hacer, pero con el tiempo se llevarán una sorpresa. Te repararán tu cuerpecito y serás tan perseverante y fuerte que triunfarás.

Después de nacer, el angelito le contestó: "Tal como me dijistes Dios mío, me quitastes las alas antes de nacer y los médicos repararon mi cuerpecito. También repararon mi cabecira y me las estoy ingeniando para salir adelante, aferrandome a la vida", con fe y alegría. Siempre he sentido el amos de maá, aunque no pudo sostenerme en brazos hasta días después. Me llené de felicidad cuando sentí su calor por primera vez".

"Aun me duele mi cuerpecito, pero agradezco infinitamente tu amor, porque me enviastes a un hogar donde hay amor, mucha comprensión y sobretodo fe en ti, Dios mío. Me distes una familia que me apoya y eso me hace mas y mas fuerte. Me aceptaron como un regalo tuyo y siempre estoy en sus oraciones. Me cuidan y miman, y fortalecen mi cuerpecito todos los días, pero mas aún nunca deján de darme su amor. En fin mi Dios continuar;e mi plática otro día. A propósito, ya tengo nombre terrenal: Me llaman Maria Isabella de Jesús.

(Adaptación a original de autor desconocido)